Tercera y
última de la Feria de San Blas y la
Candelaria.
Plaza de Toros de Valdemorillo. Dos
tercios de entrada. Seis toros de Ana Romero, bien presentados, aunque justos
de fuerza y raza. Destacó el noble segundo, el exigente quinto y el deslucido
sexto. Desmonterados tras los pares del primero y cuarto Fernando Sánchez y David
Adalid.
Javier
Castaño, ovación en ambos.
Antonio
Paulita, vuelta al ruedo tras petición de oreja y dos orejas.
Manuel
Escribano, silencio en ambos.
Paulita volvió a abrir las
puertas de su carrera con un rotundo triunfo en el quinto saliendo por la
Puerta Grande en la última de Valdemorillo. Javier Castaño fue ovacionado en su
lote y Manuel Escribano, no obtuvo el mismo triunfo de la tarde anterior.
Paulita desorejó al quinto,
un toro exigente y con emoción. Salió de toriles con fuerza y gran embestida,
pero la faena empezó a ir a más con la muleta, sobre todo de mitad en adelante.
El de Ana Romero tuvo más fondo que sus hermanos de camada pero requirió de
mucho esfuerzo y resistencia, algo que el aragonés supo solventar y entendió
muy bien al animal, dándole lo que éste exigía. Nos deleitó con dos grandes
tandas finales con la derecha que, junto con una gran estocada, el Presidente
le recompensó con las dos orejas, echando la vista al frente y esperando que no
sea la única puerta que se le abra a Paulita esta temporada.
Con el segundo, pudimos
disfrutar de verónicas templadas y de gran calidad, sin duda las mejores de
toda la feria. Brindó al cielo la faena y comenzó con una larga serie de
naturales. El toro tuvo un punto de calidad y transmite, pero careció de
humillación y cierta chispa. La faena fue decayendo y el de Ana Romero exigía
tandas más cortas y comenzaba a distraerse. Paulita demostró oficio, seguridad
y bagaje a pesar de sus reducidas tardes. Se mostró seguro con el acero y debió
ser premiado con algo más que la vuelta al ruedo.
Javier Castaño
recibió al primero de la tarde, falto de fuerza y transmisión, pero que
embistió con templanza, sobre todo, por el pitón izquierdo. Destacó en los dos
primeros tercios. El animal se quedó muy corto en la embestida y Castaño
terminó la faena con una media estocada y un descabello que fue ovacionado por
el público. El segundo de su lote, un precioso cárdeno claro con muy buenas
hechuras que fue aplaudido en la salida. Destacar de nuevo la labor de la
cuadrilla. Sin desmonterar, Castaño comienza la faena de muleta. Faena correcta
del matador, que intentó sacarle partido al animal con muletazos valorables,
pero la falta de ligazón en la embestida resultó imposible.
Manuel
Escribano recibió al tercero de la tarde, con una larga cambiada, buscando el
temple del toro. Lo consiguió con la muleta, logrando dar algún muletazo firme
y templado en una faena a menos. Sobrado de seguridad, el de Gerena intentó
sacar lo que de inicio parecía tener el animal, pero se fue rajando. La última
actuación de la tarde y de la feria estuvo deslucida ante un animal distraído
de salida. Escribano le esperaba a portagayola pero el toro no fijó la mirada
en él. Destacó el tercer par, por el pitón izquierdo. En la muleta, el toro se
quedó sin gas casi desde el principio. Faena corta y deslucida rematada con un
pinchazo, que prohibió a Escribano triunfar como el día anterior.
Paloma
Moreno Miñambres
No hay comentarios:
Publicar un comentario