Segunda de la Feria de San Blas y la Candelaria.
Plaza de Toros de Valdemorillo. Dos tercios de entrada. Seis toros
de Luis Algarra, bien presentados, aunque justos de fuerza y raza.
Manuel Escribano, ovación con saludos
tras petición y dos orejas.
David Mora, oreja y oreja.
Arturo Saldívar, silencio en ambos.
La fría tarde comienza, tras
el paseíllo, con una gran ovación a Manuel Escribano, obligado a saludar con
sus compañeros, en su reaparición tras la grave cogida que sufrió el pasado
septiembre. Recibe al toro a porta gayola con una larga cambiada y verónicas
que demuestran mayor entrega del torero ante un animal desinteresado y falto de
raza. Escribano mostró gran valentía en banderillas, destacando el tercer par
de moviola y violín. Comenzó la faena de muleta con temple por el pitón
izquierdo y realizó buenos lances con las dos manos. El toro se rajó muy
pronto, yendo en descenso la faena, terminada con un pinchazo y estocada. Se
premió su actitud con una vuelta al ruedo tras la petición de oreja.
Volvió a caminar hacia
toriles para clavar sus rodillas en la arena y esperar al segundo de su lote.
Recibió a un toro con mayor emoción y raza que sus hermanos de camada. Realizó
un quite por gaoneras y volvió a triunfar en el último par, pegado a tablas
quebró y clavó las banderillas al violín, repitiendo el quite en el que fue
cogido y que esta vez salió victorioso. El de Gerena, destacó varios naturales
con la muleta y se mostró agusto y seguro con un toro que desprendía más
carácter y casta que los anteriores. Tras un par de tandas, se fue apagando a
pesar de la intención del torero que intentó exprimir lo máximo al animal.
Remató la faena por manoletinas y con una estocada que le permitió ganarse las
dos orejas y la merecida sustitución en
la corrida de Ana Romero del día siguiente.
David Mora comenzó su
espectáculo ante un precioso sardo de Algarra que mostró buena condición pero
escasa fuerza. En la muleta, le marcó una faena a media altura para evitar
continuas caídas y consiguió suplir la falta de transmisión y alegría del
animal. Remató con una estocada con la que paseó una oreja.
En el quinto, aseguró la
salida por la puerta grande ante un animal noble, que se apagó pronto pero dejó
buenos pases por el pitón derecho. El toledano, realizó una faena de los medios
hacia tablas para rematarla con una estocada que añadió un premio a su triunfo
y salió a hombros con su compañero de cartel Manuel Escribano.
A Arturo Saldívar le tocó el
peor lote, siendo el tercero un toro descastado, falto de fuerza y de raza.
Transmitió poco, incluso tampoco mostró mucho peligro. En la muleta, realizó
buenos muletazos, sobre todo al inicio de faena. El animal se apagó rápidamente
y no permitió apenas lucimiento, exceptuando la buena estocada final.
El último
de la tarde, sin clase y quedándose corto, factor común a los demás Algarra. La
faena no llegó a resultar lucida, a pesar de una serie con la derecha, baja y
con temple, que terminó en silencio su tarde.
A lo largo del día de hoy tendréis publicada la crónica de la 3º de Feria con los toros de Ana Romero junto a los diestros Castaño, Paulita y Escribano.
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