miércoles, 5 de noviembre de 2014

Descansa en paz, maestro de maestros


Buenas noches a todos.

Después de mucho tiempo sin pasar por aquí, volvemos a la carga...

Desde el burladero le mandamos toda la fuerza y ánimo del mundo a la familia Manzanares, tras fallecer el pasado 28 de octubre José María Dols Abellán, el gran maestro alicantino, que tanto y tanto nos enseñó en las temporadas 70, 80 y 90... Desde aquí mandamos un fuerte abrazo a toda la familia y mundo del toro.


Derechazos del maestro alicantino

En su despedida en 2006 en Sevilla , su hijo le corta la coleta entre lágrimas.

A continuación, pueden leer la emotiva carta que Enrique Ponce escribió para despedir a su amigo y compañero, José María Manzanares padre...

La muerte del maestro Manzanares ha sido un auténtico mazazo además de por lo inesperado, porque era un gran amigo y, para mí, el referente como torero durante toda mi vida. Tuve el privilegio de contar con su auténtica amistad y él siempre me decía que yo era como un hijo para él, por lo que he sentido su pérdida desde lo más profundo de mi corazón. 
Para mí, el maestro era una fuente donde beber e inspirarme. El mejor espejo en el que se podía mirar un torero. De hecho, ha sido un auténtico torero de toreros. Se me agolpan ahora, en este momento triste, muchos recuerdos suyos de cuando hemos toreado juntos y de las muchas vivencias y momentos que hemos compartido hablando de toros y de la vida.
Afortunadamente tengo muchos recuerdos, como el de la primera vez que toreamos juntos, que fue en Nimes en el año 1991, con una corrida de Guardiola, o los muchos mano a mano en los que alternamos. En América también coincidimos muchas tardes y me dio lecciones imborrables como torero y como persona. Hemos compartido charlas de toros en el campo que ahora me llenan de una profunda nostalgia; daba gusto hablar de toros con él. Siempre me decía: "Enrique, me gusta hablar de toros contigo porque hablamos el mismo idioma".
Como torero, ha sido referente para toda nuestra generación, para todos los que le hemos visto y hemos compartido cartel con él. Manzanares es de los toreros más grandes de la historia. Su concepto e interpretación del toreo era tan puro como el de su alma. Un torero completo con una forma única, natural e innata de interpretar el toreo. Un maestro de grandísima personalidad y de una naturalidad impresionante a la hora de hacer el toreo. Era la versión más artística de lo que es el toreo.
Suyo fue el elogio más bonito que me han dicho como torero, sobre todo viniendo de un Grande como lo era él. Una vez me dijo: “Si alguna vez tengo un hijo torero, querría que fuera como tú”. Y lo que son las cosas, tuvo un hijo torero, José Mari, del cual siempre se sintió muy orgulloso, y con un concepto muy similar al mío.
Desde aquí, mi más sentido pésame a toda su familia. Desde estas líneas escritas con un intenso dolor, quiero mostrar así también mi más profundo respeto y admiración a quien fuera mi maestro y mi gran amigo.
Descanse en paz, MAESTRO DE MAESTROS.
Enrique Ponce

Así con los tendidos abarrotados, despidieron al torero aquellos compañeros y aficionados que no quisieron perderse sus últimas vueltas al ruedo de su querida plaza de Alicante.

Descansa en paz maestro.

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